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Mientras alguien paseaba por el zoológico, se detuvo confundido al darse cuenta de que a los elefantes sólo los retenían con una delgada cuerda atada a una de sus patas delanteras, sin cadenas ni jaulas. Era obvio que los elefantes podían romper la soga que los ataba en cualquier momento pero, sin embargo, por alguna razón no lo hacían. Se acercó a un entrenador en busca de respuestas y éste le dijo:
Bueno, cuando son muy jóvenes y mucho más pequeños, usamos una soga del mismo tamaño para atarlos y, a esa edad, es más que suficiente para retenerlos. A medida que crecen -prosiguió el entrenador-, siguen creyendo que no pueden escapar; creen que la soga aún los retiene, así que nunca intentan liberarse.​

La persona quedó boquiabierta. Los elefantes podían liberarse de sus ataduras en cualquier momento pero porque creían que no podían ni siquiera lo intentaban, y eso era suficiente para mantenerlos paralizados.
MORALEJA: Al igual que los elefantes, nosotros solemos sostener firmemente la idea de que no podemos hacer algo simplemente porque hemos fallado una o dos veces
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Breves historias para reflexionar

Cuentos de psicologia

Había una vez un campesino con su asno paseando por los bosques,en eso entonces el asno muy desprevenido tropezó a la boca de un pozo, el campesino ileso llegó a tierra mientras que el asno lloraba de dolor,entonces el campesino con tal de llegar al fin del sufrimiento del asno, quiso enterrarlo vivo para que muera de una vez por todas,el campesino invito a gran cantidad de gente a que lo ayudara a enterrar al asno,todos aceptaron y con sus palas comenzaron el entierro,al principio el asno lloraba y lloraba pero se dio cuenta de que si se esforzaba hasta llegar a la punta del pozo conservaría la vida,acto seguido el asno se sacudió la tierra y comenzó a escalar y de una forma sorprendente llegó a la boca del pozo,lo que había pasado era que con la tierra que le echaban encima de el asno, el asno se sacudía y la tierra se fue acumulando hasta que lo llevó al asno a la punta del pozo formando una montaña de arena que sostenía el peso del asno.

MORALEJA: siempre digas yo puedo,yo sí puedo hacerlo como el asno y nunca seas tan pesimista como el campesino que creyo que no había esperanza.

Una historia de autoestima

El elefante y la soga

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